Por otra parte, los nombres, las palabras, camiseta real sociedad nueva resultan engañosas cuando se las separa de las conductas reales. Por otra parte, el «entrismo» se caracteriza en algunos casos, por un culto despreciable a todo aquello que el pueblo justamente esta superando, a todo aquello que es menos viviente, menos valioso en el pueblo y que si el pueblo no lo ha podido dejar de lado todavía, es porque no cuenta quizás con instituciones, las formas organizativas, los métodos de lucha y las expresiones doctrinarias que le permitirían hacerlo con plena independencia. Hay un ambiente de autodestrucción como nunca he visto en un club, por lo menos de los que he podido dirigir. A pesar de la denegación de la inscripción, el movimiento peñista levantinista continuó activodurante toda la década de los años 1950 en situación irregular, sin encontrarse inscrita y sin solicitar permisos para las reuniones y actuaciones propias de su actividad, como son las colectas de fondos, los viajes organizados o los homenajes a directivos y jugadores. Corla y Vallese por cierto, no son clases, son individuos, pero se lee, se adviene, se interpreta la clase a cuyos intereses representan por su conducta, por sus hechos. Corla y Vallese, y esto no solo por voluntad de Vallese -que la tenía y muy clara- sino también por voluntad de Corla.
Esa superioridad concepciones hay que demostrarla, no contra Paladino, sino contra el régimen. Nosotros entendemos que no es tiempo de alardear y de proclamar la superioridad. Compite en Segunda Regional hasta la temporada 1979-80, que asciende a Primera Regional, pero desciende al año siguiente. Por esos años destacan en el Club Ferrol (nombre que adoptó el club desde 1941 hasta 1972 por imperativo gubernativo) futbolistas como los hermanos Gabriel y Juanito Alonso, futuros madridistas, entre otros muchos. Simplemente pensamos que, de buena fe, entiende que tanto Paladino y nosotros y otros tantos peronistas están buscando los caminos más adecuados y más eficaces para la reconquista del poder y el desarrollo y la construcción de una sociedad nueva a partir del poder popular. Así la voluntad, el libertador, se ha convertido en un causante de dolor: y en todo lo que puede sufrir véngase de no poder ella querer hacia atrás. Las experiencias de nuestro pueblo, de nuestra clase obrera, en el campo político, han sido de una riqueza excepcional, han tenido todas las formas de manifestación, desde las luchas directamente vinculadas al conflicto de clases y marcadas por lo reivindicativo, por lo corporativo, por lo económico, hasta la plena comprensión de que esos logros reivindicativos pasan estrictamente por el acceso al poder, por el control del poder.
Un policlasismo que pretenda enlazar a las clases dominantes y a las clases dominadas, para ser más precisos, a la oligarquía agropecuaria, a la burguesía industrial monopolista, totalmente penetradas, dominadas y dirigidas por el imperialismo norteamericano, con nuestra clase obrera, con nuestras capas medias, con nuestra pequeña burguesía urbana y rural, es un policlasismo antihistórico y contrarrevolucionario. En ese sentido nuestro proceso es también policlasista, pero no lo es si ese policlasismo pretende integrar unilateralmente a las clases enfrentadas, cuya contradicción justamente, es el motor de nuestro proceso de liberación. En ese sentido, yo diría que todo proceso de liberación nacional implica y compromete a más de una clase. Nuestras limitaciones, las de nuestro pueblo, son fundamentalmente las que resultan de no haber podido construir todavía con toda plenitud y con toda eficacia, las formas organizativas y las expresiones doctrinarias que consigan, que garanticen la puesta en marcha de una guerra de liberación protagonizada por nuestro pueblo. La revolución vietnamita es policlasista y no por ello deja de ser revolucionarla, y no por ello marcha menos hacia el socialismo, y ya lo está construyendo en el norte. Una vez más se echó de menos algo más de efectividad. Nuevamente le recuerdo que la condición de peronista no es una mera cuestión de nominación.
Con respecto a las limitaciones de nuestro pueblo -que son las nuestras- el mejor modo, el único modo de superarlas, es tenerlas claras, es no escamotearlas y no practicar una forma de fidelidad que lo único que consigue es detener la historia y pretender que somos más de lo que somos o hemos recorrido más tramos de los que hemos recorrido. En primer lugar, y para terminar con una contienda ideológica que solo sirve al enemigo, quiero decirle que prefiero hablar del «entrismo» y no del «entrismo de los trotskistas», porque también el trotskismo es una expresión ideológica y política demasiado vasta y polifacética como para que uno pueda caracterizar con justicia y verdad, a todos sus sectores de un solo saque, si no genéricamente. Esa es quizás la manera más simple de diferenciamos del «entrismo». De esta manera la Real recuperaba la categoría perdida, obteniendo por primera vez en su historia, un ascenso a la máxima categoría. El Bilbao Athletic y el Club Deportivo Basconia son los dos equipos filiales del club, el primero fue fundado en 1964 y juega en la Primera División RFEF. El resultado de todo esto está a la vista y prácticamente es universal; estos grupos y estas tácticas quedan en el camino y si no se puede decir que sean del todo ineficaces es porque, en alguna medida, son eficaces al enemigo, contribuyen a ensombrecer el verdadero camino de la liberación.
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