En el sorteo de la XX Copa Mundial de Fútbol con 32 equipos participantes, llevado a cabo el 6 de diciembre de 2013, Chile pasó a integrar el grupo B, junto con España, Países Bajos y Australia. En 1933-1934 los dos equipos de la Sección de Rugby del F. C. Barcelona, que ya llevaban dos temporadas sin campo propio por haber dejado el club el arrendamiento del Sol de Baix, baja en rendimiento al no poder entrenar como es debido. Lo más importante de todo es que el volante de creación debe tener mucha inteligencia y visión, pues así podrá realizar buenas habilitaciones al atacante o para manejar los tiempos de juego eligiendo cuando dar pases y sorprender al rival o cuando no dar pase y seguir tocando el balón con el medio campo. Podríamos decir que el centro punta es como un volante de creación porque de cierta forma, tuvo un juego muy cerebral y de claridad en la elaboración de jugadas en la delantera, pero a diferencia del anterior juega exclusivamente en el ataque. Si una segunda punta juega libremente por el centro a modo de satélite del ariete, el mediapunta juega más contenido, pensando en la ida y vuelta del ataque y la defensa, pero también en la creación.
Por lo tanto, como ya se especificó, un centro punta se asemeja más a una segunda punta, porque tenía labores tales como las de ser capaz de cambiar de flanco, moverse y mostrarse para repartir fútbol en el ataque, así mismo debía abrir huecos en la defensa, finalizar con éxito las jugadas, proveer de asistencias y habilitaciones a sus compañeros y por sobre todo hacer muchos goles. Así podrá intentar un remate desde afuera, abrir el juego hacia las bandas para generar centros sobre el área, o desnivelar con gambetas o regates. No es un delantero fijo de área, pues tiende a bajar unos metros para apoyar al mediocampo y participar en la creación de jugadas -aunque esa no sea su labor nominal-. La labor principal de una segunda punta es la de abrir huecos en la defensa, finalizar con éxito las jugadas y proveer de asistencias de gol a sus compañeros. Fue un espejismo, ya que a partir de aquí el equipo dirigido bajo la batuta de Theo Vonk, comenzó a encadenar una serie de resultados que acabaron con el equipo en las últimas posiciones de las cuales no pudo salir, a pesar del baile de entrenadores que sufrió el club hasta el final de temporada.
Aquel mismo año cabe destacar la presencia en el equipo del peruano Máximo Mosquera, el cual se convertiría en ídolo para la afición, pero por problemas de adaptación solo estuvo aquella única temporada. A principios de la década del 2000 las modificaciones en el reglamento que perjudicaban el espectáculo, la falta de seriedad, estructura y organización de los clubes -que provoca la retirada de patrocinadores-, el descenso de la asistencia a los pabellones y la falta de apoyo de los medios de comunicación provocó problemas económicos, camisetas futbol 2024 la desaparición de muchas entidades y una importante reducción de gastos en las que sobrevivieron. Pisa el balón, conduce, levanta la cabeza, pues se toma su tiempo para armar una jugada más compleja, como una pared o un pase filtrado, a la hora de enfrentar y desarmar las líneas defensivas del equipo rival. Si su equipo gana 2-0 en el segundo tiempo, el 10 querrá quitarle velocidad al juego y dormir la pelota con toques cortos laterales o hacia atrás. El clásico ariete es aquel que juega en el área rival, creándose espacios y esperando que sus compañeros le cedan la pelota para poder anotar. Esto porque no hay mejor manera de cuidar un resultado que tener la pelota.
Esto es una diferencia importante en el estilo y la forma de juego. Nakata se labró una reputación como un jugador muy útil para labores ofensivas. Con 40 años Dino Zoff es el jugador más longevo en ser campeón del mundo. Este tipo de jugador debía cumplir aún mayores tareas en el ataque. Conocido como puñal, falso extremo o extremo a pie cambiado en España o winger en inglés, también denominado como delantero interior en el sistema 2-3-5 y actualmente juegan en el ataque a ambos costados de la formación 4-3-3 o 3-3-1-3. Su dorsal tradicional ha sido el 7 y el 11, dependiendo de en qué banda jueguen. 2-3-5. Ya en el posterior auge del sistema 4-4-2 (la famosa formación wingless, ‘sin alas’ en inglés) en los 60, se privilegiaba jugar sin extremo, pero en los 70, con el auge de la naranja mecánica, volvieron a aparecer en el sistema 4-3-3 a los costados del ataque. Deben ser capaces de cambiar de flanco, moverse y mostrarse para repartir fútbol en el ataque.